Reconozco que me produjo bastante alegría la lectura de ésta noticia. Es como cuando te dicen que alguien a quien aprecias, sale del coma, o al menos, manifiesta síntomas de mejoría .
Y es que pienso que gran parte de nuestra juventud está en coma ideológico (muchos de nosotros también) .Un coma inducido, desde luego, y provocado por el acomodamiento. Inducido por el capital, el consumo, etc. Un coma del que ,evidentemente y sin lugar a dudas, somos responsables los mayores que hemos permitido, cuando no fomentado, ese estado , con el visto bueno y la alegría del sistema que ve con tranquilidad como puede hacer lo que quiera , sin que nadie proteste, ni grite.
La ingenuidad de los gestos: “los estudiantes han tirado huevos y una botella de cristal a las puertas de Educación” no debe confundirnos. Obligaron con una sentada a liberar a un compañero detenido, demostrando la firmeza de sus convicciones.
“Estamos tomando conciencia de que tenemos que luchar por nuestro futuro” decía una de las jóvenes organizadoras. Enorme frase, de un significado aún más enorme.
Eran en su gran mayoría alumnos de secundaria y abandonaron por unos momentos la blackberry, el messenger, el facebook y en algunos casos extremos, el twenty, la play y el botellón.
Seguiré atento esperando a los universitarios, que al parecer siguen en coma profundo.
Yo quiero una juventud rebelde, contestataria, comprometida, que me cuestione permanentemente a mí y al sistema. Y que cuando no esté de acuerdo, proteste y grite mucho y muy fuerte para despertarnos a todos, y si aún así no la oímos, que tire huevos botellas y lo que sea, pero que no calle nunca, . . . , jamás. Lo tienen difícil, las anestesias mentales a las que son sometidos son fuertes y sofisticadas, pero estoy seguro que al final vencerán. Yo creo en ellos. Podrán dormirlos, pero nunca someterlos.
No debemos mirarlos con prevención, sino con ilusión.