domingo, 13 de febrero de 2011

Protestas y altercados



Reconozco que me produjo bastante alegría la lectura de ésta noticia. Es como cuando te dicen que alguien a quien  aprecias, sale del coma,  o al menos,  manifiesta síntomas de mejoría .
Y es que pienso que gran parte de nuestra juventud está en coma ideológico (muchos de nosotros también) .Un coma inducido, desde luego, y provocado por el acomodamiento.  Inducido por  el capital, el consumo, etc. Un coma del que ,evidentemente y sin lugar a dudas, somos responsables los mayores que hemos permitido, cuando no fomentado, ese estado ,  con el visto bueno y la alegría del sistema  que ve  con tranquilidad como puede hacer  lo que quiera  , sin que nadie proteste, ni grite.
La  ingenuidad de los gestos: “los estudiantes han tirado huevos y una botella de cristal a las puertas de Educación” no debe confundirnos. Obligaron con una sentada a liberar a un compañero detenido, demostrando la firmeza de sus convicciones.
“Estamos tomando conciencia de que tenemos que luchar por nuestro futuro” decía una de las jóvenes organizadoras. Enorme frase, de un significado aún más enorme.
Eran en su gran mayoría alumnos de secundaria y abandonaron por unos momentos la blackberry, el messenger, el facebook  y en algunos casos extremos, el twenty, la play y el botellón.
Seguiré atento esperando a los universitarios, que al parecer siguen en coma profundo.
Yo quiero una juventud rebelde, contestataria, comprometida, que me cuestione permanentemente a mí y al sistema. Y que cuando no esté de acuerdo, proteste y grite mucho y muy fuerte para despertarnos a todos, y si aún así no la oímos, que tire huevos botellas y lo que sea, pero que no calle nunca, . . . , jamás. Lo tienen difícil,  las anestesias mentales a las que son sometidos son fuertes y sofisticadas, pero estoy seguro que al final vencerán. Yo creo en ellos. Podrán dormirlos, pero nunca someterlos.
No debemos mirarlos con prevención, sino con ilusión.

jueves, 3 de febrero de 2011

Nada habitual


Sorprendido. He de confesar que muy sorprendido, realmente impresionado me he quedado, leyendo la entrevista a Dmitro Chigrinski publicada en EL PAIS en el día de hoy Cometí muchos errores(Cayetano Ros / Artur Balaguer) .
Sorprendido por lo inhabitual de las respuestas, por la sincera reflexión del jugador, en un entorno profesional donde el ego alcanza dimensiones siderales. Donde la culpa siempre tiene nombre ajeno.
Nunca cabe un ápice de responsabilidad, ni un comentario donde el yo aparezca como  destino de las críticas.
El ucraniano nos dejó perlas de gran calibre:
·      “Es la vida y es el fútbol”. La culpa fue mía: cometí muchos errores.”
·      “Si, reconozco mis errores, nadie puede ayudarme si no soy yo.”
·      “Piqué y Puyi [Puyol] entienden todos los principios tácticos y saben jugar mucho mejor que yo.”
En un mal entendido lenguaje del éxito, se aplaude al que vocifera y al soberbio, escondiéndolos bajo el calificativo de ganadores, competitivos . . . El territorio de la culpa y la autocrítica no está de  moda. También es cierto que no da titulares, no vende. Reconocer el mérito de los demás resulta muy sospechoso, poco recomendable. Si encima es un rival, entonces es tachado de debilidad y no se cuántas cosas más . . . y no estoy hablando solamente de fútbol ¿verdad?.
Afortunadamente, todavía somos muchos los que pensamos de otra manera.